Últimamente me estoy haciendo una serie de preguntas, como pueden ser: "Que estoy haciendo yo para conseguir la independencia de Catalunya?. O, "¿lo poco que hago es suficiente para merecerla?". Como se puede comprobar estoy sufriendo una calentura de autocrítica agria. Lo cual, confieso, resulta muy desalentador por los efectos negativos que tiene sobre mí autoestima. La respuesta a la primera pregunta es "no mucho" y el veredicto de la segunda aún resulta más lacerante.... ¡Es "no"!.
¡No hago casi nada a favor de la independencia de Catalunya y por ello no la merezco!. Lo único que hago es criticar a los políticos y los partidos independentistas, despotricar contra los unionistas, maldecir el TC y quejarme de todo aquello que no podemos hacer porqué España no nos deja y que deberemos de posponer para después de conseguida la independencia.... Por otro lado, es lo que hacen la mayoría de catalanes que quieren la libertad de Catalunya. ¡Si, es cierto!. De vez en cuando hacemos una cadena humana, una V de victoria o una manifestación millonaria de apoyo a la independencia. ¡Una vez al año, empero!. ¡Multitudinarias desde hace seis años -este será el séptimo- a favor de la independencia!. También colgué una estelada en la ventana de mi casa para mostrar mi adhesión al proceso, aunque como perdía color y frescura la acabé arriando.... Las manifestaciones de cada once de septiembre son muy importantes, apoteósicas, vistosas, tienen gran resonancia mediática internacional, pero..... ¡solo una vez al año!. Colgar una estelada y dejarla a merced de la meteorología, que se muera por culpa de la lluvia, del viento, del sol, del frío y del calor es penoso. Y no hago mucho más a favor de la independencia. La quiero, la anhelo pero no la lucho lo suficiente. Me lleno la boca con la palabra independencia -¡hasta siete veces, en lo que llevo escrito ahora!- y poca cosa más....
¡Bufff...!. También escribo en dos bloggs. Uno en castellano -jancugat- y otro el catalán -joancugat-. El primero dedicado a aquellos que por cuestiones idiomáticas o culturales se muestran tibios o reticentes en aceptar la independencia como única solución -ilusionante, válida y factible- a todos los problemas que tenemos los ciudadanos catalanes a nivel colectivo, así como también individual. Recordemos que la independencia nos permitirá cometer nuestros propios aciertos o errores y paliar nuestras carencias y colmar nuestras necesidades, sin poder excusarnos en las culpas de Madrit por todos los males que suframos. El segundo blogg lo escribo para aquellos que no necesitan ser convencidos pero si precisan fortalecer sus convicciones y mantener vivas las esperanzas. Pero todo ello no es más que una minúscula contribución a favor del proceso soberanista. ¡Demasiado modesta!. Especialmente, por que para mí no representan un mínimo esfuerzo ni sacrificio personal estas tareas, aunque ambas sean requeridos ineludiblemente por la envergadura de la batalla que sostenemos contra España. Y ya se sabe, quien no se arriesga no gana....
No se piense que estoy desanimado, que he agotado las esperanzas e ilusiones. ¡Antes al contrario!. Cada día las renuevo. ¡Una y otra vez!. Sencillamente, no estoy satisfecho conmigo mismo. Por tanto, he decidido poner remedio a la insatisfacción que me acosa . ¡Reset!. Haré todo aquello que esté en mis manos para fortalecer mi compromiso, ahora un poco difuminado. Hablaré con mis vecinos y familiares no convencidos de la necesidad de la independencia y les convenceré. Responderé a todos los comentarios que provoquen mis escritos, ya sean críticos o favorables.... ¡En castellano, en catalán y en el idioma que haga falta!. Denunciaré la falta de imparcialidad y la infumable politización del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional -el antiguo TOP franquista- y del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya los cuales se han olvidado de impartir JUSTICIA -¡así, en mayúsculas!- para pasar a juzgar políticos y decisiones políticas y dictar sentencias anticatalanas. Y si fuera necesario, iniciaré la desobediencia, el desacato a las instituciones españolas. Participaré en debates, encuentros y reuniones en mi pueblo para alzar la voz a favor de la plena soberanía. Presentaré y pagaré mis impuestos y las cotizaciones de la seguridad social en la oficina catalana de recaudación, para contribuir que al menos cien mil ciudadanos y diez mil empresas catalanas también lo hagan, para que España se percate que vamos en serio y que nuestros impuestos, ¡son nuestros, no de ellos!. ¡Cuando se convoquen elecciones escogeré y votaré aquellos partidos que inequívocamente defiendan la independencia de Catalunya, no a los pusilánimes que solo marean la perdiz y basan sus propuestas políticas en la indefinición sistemática....!. Por supuesto, volveré a izar no una sino dos esteladas, una en la fachada y otra en el techo de mi casa, para demostrar que mi independentismo no mengua ni empalidece a pesar del tiempo climático o político. Y nuevamente volveré a manifestarme el once de septiembre y cuando haga falta a favor de la independencia.....
Estaré atento a lo que hagan los políticos y los partidos independentistas y soberanistas, ¡y no les dejaré pasar ni una....!. Los empujaré tanto como haga falta para que no se duerman ni se despisten del objetivo final: la independencia.... ¡De una puñetera vez!.
Las respuestas a las preguntas formuladas al inicio de estos pensamientos, ahora serán: ¡He hecho lo posible a favor de la independencia, porqué me la merezco....!. ¡Nos la merecemos y la ganaremos todos nosotros UNIDOS...!. Si somos osados y valientes y trabajamos juntos para conseguirla.
Por cierto, he acabado mencionando hasta catorce veces INDEPENDENCIA. Ahora quince....
¡No hago casi nada a favor de la independencia de Catalunya y por ello no la merezco!. Lo único que hago es criticar a los políticos y los partidos independentistas, despotricar contra los unionistas, maldecir el TC y quejarme de todo aquello que no podemos hacer porqué España no nos deja y que deberemos de posponer para después de conseguida la independencia.... Por otro lado, es lo que hacen la mayoría de catalanes que quieren la libertad de Catalunya. ¡Si, es cierto!. De vez en cuando hacemos una cadena humana, una V de victoria o una manifestación millonaria de apoyo a la independencia. ¡Una vez al año, empero!. ¡Multitudinarias desde hace seis años -este será el séptimo- a favor de la independencia!. También colgué una estelada en la ventana de mi casa para mostrar mi adhesión al proceso, aunque como perdía color y frescura la acabé arriando.... Las manifestaciones de cada once de septiembre son muy importantes, apoteósicas, vistosas, tienen gran resonancia mediática internacional, pero..... ¡solo una vez al año!. Colgar una estelada y dejarla a merced de la meteorología, que se muera por culpa de la lluvia, del viento, del sol, del frío y del calor es penoso. Y no hago mucho más a favor de la independencia. La quiero, la anhelo pero no la lucho lo suficiente. Me lleno la boca con la palabra independencia -¡hasta siete veces, en lo que llevo escrito ahora!- y poca cosa más....
¡Bufff...!. También escribo en dos bloggs. Uno en castellano -jancugat- y otro el catalán -joancugat-. El primero dedicado a aquellos que por cuestiones idiomáticas o culturales se muestran tibios o reticentes en aceptar la independencia como única solución -ilusionante, válida y factible- a todos los problemas que tenemos los ciudadanos catalanes a nivel colectivo, así como también individual. Recordemos que la independencia nos permitirá cometer nuestros propios aciertos o errores y paliar nuestras carencias y colmar nuestras necesidades, sin poder excusarnos en las culpas de Madrit por todos los males que suframos. El segundo blogg lo escribo para aquellos que no necesitan ser convencidos pero si precisan fortalecer sus convicciones y mantener vivas las esperanzas. Pero todo ello no es más que una minúscula contribución a favor del proceso soberanista. ¡Demasiado modesta!. Especialmente, por que para mí no representan un mínimo esfuerzo ni sacrificio personal estas tareas, aunque ambas sean requeridos ineludiblemente por la envergadura de la batalla que sostenemos contra España. Y ya se sabe, quien no se arriesga no gana....
No se piense que estoy desanimado, que he agotado las esperanzas e ilusiones. ¡Antes al contrario!. Cada día las renuevo. ¡Una y otra vez!. Sencillamente, no estoy satisfecho conmigo mismo. Por tanto, he decidido poner remedio a la insatisfacción que me acosa . ¡Reset!. Haré todo aquello que esté en mis manos para fortalecer mi compromiso, ahora un poco difuminado. Hablaré con mis vecinos y familiares no convencidos de la necesidad de la independencia y les convenceré. Responderé a todos los comentarios que provoquen mis escritos, ya sean críticos o favorables.... ¡En castellano, en catalán y en el idioma que haga falta!. Denunciaré la falta de imparcialidad y la infumable politización del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional -el antiguo TOP franquista- y del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya los cuales se han olvidado de impartir JUSTICIA -¡así, en mayúsculas!- para pasar a juzgar políticos y decisiones políticas y dictar sentencias anticatalanas. Y si fuera necesario, iniciaré la desobediencia, el desacato a las instituciones españolas. Participaré en debates, encuentros y reuniones en mi pueblo para alzar la voz a favor de la plena soberanía. Presentaré y pagaré mis impuestos y las cotizaciones de la seguridad social en la oficina catalana de recaudación, para contribuir que al menos cien mil ciudadanos y diez mil empresas catalanas también lo hagan, para que España se percate que vamos en serio y que nuestros impuestos, ¡son nuestros, no de ellos!. ¡Cuando se convoquen elecciones escogeré y votaré aquellos partidos que inequívocamente defiendan la independencia de Catalunya, no a los pusilánimes que solo marean la perdiz y basan sus propuestas políticas en la indefinición sistemática....!. Por supuesto, volveré a izar no una sino dos esteladas, una en la fachada y otra en el techo de mi casa, para demostrar que mi independentismo no mengua ni empalidece a pesar del tiempo climático o político. Y nuevamente volveré a manifestarme el once de septiembre y cuando haga falta a favor de la independencia.....
Estaré atento a lo que hagan los políticos y los partidos independentistas y soberanistas, ¡y no les dejaré pasar ni una....!. Los empujaré tanto como haga falta para que no se duerman ni se despisten del objetivo final: la independencia.... ¡De una puñetera vez!.
Las respuestas a las preguntas formuladas al inicio de estos pensamientos, ahora serán: ¡He hecho lo posible a favor de la independencia, porqué me la merezco....!. ¡Nos la merecemos y la ganaremos todos nosotros UNIDOS...!. Si somos osados y valientes y trabajamos juntos para conseguirla.
Por cierto, he acabado mencionando hasta catorce veces INDEPENDENCIA. Ahora quince....