En España se están produciendo unos hechos y unas reacciones políticas bastante esclarecedoras.
A ver si me explico.... ERC ha llegado a un acuerdo con el PSOE para votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez. Aunque el voto afirmativo ya podía darse por supuesto, lo cierto es que ha logrado el traspaso de cercanías -por cierto, continuará parcialmente en manos del estado, el 50%- i la condonación de 15.000 millones de la deuda de la Generalitat acumulados en el FLA, como ocurrirá con otras autonomías que verán reducir su deuda en una cantidad equivalente a la catalana -en definitiva, café para todos-. Es decir, nada que ver con la disminución del déficit fiscal catalán que asciende a 22.000 millones de euros cada año. En cuanto a la amnistía de los perseguidos políticos independentistas por los hechos ocurridos en Cataluña a raíz del 9-N del año 2014 y de los días de antes y durante el 1-O de 2017 y todo lo que siguió, para los republicanos es como si les hubiera tocado el gordo de Navidad, aunque según habían proclamado públicamente hace semanas, el acuerdo ya estaba sellado.
En cuanto a JUNTS, todavía está concretando aspectos de la amnistía, como el alcance de la misma y cuantos perseguidos políticos pueden beneficiarse de esta ley del olvido. También está pendiente el mediador -preferiblemente una personalidad internacional-, que debe velar por el escrupuloso cumplimiento de los acuerdos suscritos entre Gobierno y Cataluña, dado que ante los reiterados incumplimientos por parte de España, JUNTS no se fía lo más mínimo. Pero lo relevante es que la negociación por parte catalana recae en el presidente Carles Puigdemont, que es la "bestia negra" del nacionalismo español. Un negociador que está provocando ampollas en la delicada piel de los hiper-constitucionalistas fake españoles.
¡Pues bien!. El nacional-catolicismo español ha estallado enfurecido de una forma desaforadamente enrabietada. Desde Aznar a Felipe Gonzalez, pasando por todos los barones de la extrema derecha extrema -PPVOX- como Esperanza Aguirre, Diaz Ayuso y Abascal, los socialistas jacobinos situados a la derecha del PSOE como Garcia-Page, Lambán y Rodriguez Ibarra -los tres con un cierto tufillo falangista-, así como incontables periodistas cavernarios y no cavernarios, algunas patronales y empresas del IBEX 35, casi todos los medios de comunicación públicos y privados madrileños, variopintos y sensatos tertulianos, opinadores diversos, las ratas de alcantarilla del Estado, sicarios y trolls de las redes sociales y otros personajes de similares condiciones y catadura, todos ellos se están dedicando a denigrar y escarnecer a Pedro Sánchez dedicándole sonoros calificativos tales como traidor, sinvergüenza, mentiroso y otros que mejor me callo, para no caer en la grosería más chapucera que utiliza el patrioterismo constitucional español cuando habla de los adversarios políticos como si fueran el enemigo a abatir. Incluso el CGPJ, máximo órgano de gobierno de la judicatura, el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y muchos fiscales han querido meter cucharada contra las competencias del poder ejecutivo y contra el legislativo antes de que se haya aprobado ningún tipo de ley de amnistía, mostrando su encendida oposición, olvidándose de la separación de poderes y de Montesquieu -R.I.P-.
Si todos estos insultos dedicados a Pedro Sanchez formaran parte de una competición de "a ver quien la dice más gorda" seguro que quedarían en segundo lugar, puesto que el primero estaría ocupado por todas las lindezas que dedican a los independentistas en general y singularmente a JUNTS, ERC, Junqueras y....taxin taxant: Carles Puigdemont, ¡el demonio con cola!.
Desleales, golpistas, chantajistas, fugados, ladrones, malversadores, nazis, dictadores, fascistas, antidemócratas, insolidarios, xenófobos, victimistas, cobardes hijosputa.... Y estos son los calificativos más suaves con que los patriotas se llenan la boca y garganta hasta atragantarse!.
El hecho de que se esté negociando la amnistía con el independentismo para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, desató un alud de catalanofóbia mezclada con desprecio, odio y rencor, aliñadas por el híper nacionalismo españolista del más rancio linaje. Por cierto, originario en los hidalgos decadentes castellanos, de botas agujereadas, capas raides y espadas oxidadas. En definitiva, ¡de la España inmemorial de siempre!.
Todo esto es un despropósito provocado esperpénticamente por gente que se llaman y creen que son demócratas, tolerantes, sensatos y justos.
Poco le está faltando para que PPVOX organicen una recogida de firmas para fusilar a Pedro Sánchez frente a la pared del cementerio, para llevar ante el Santo Oficio hispano a todo el independentismo para ser debidamente torturados y ajusticiados y a Carles Puigdemont para ser quemado sobre una hoguera purificadora. Porque de recogida de firmas y linchamientos políticos contra Catalunya y los catalanes el PPVOX históricamente tienen provada experiencia . De hecho, ya ha convocado a sus seguidores a manifestarse en todas las plazas públicas de las capitales de provincia de todo el estado contra la investidura y contra la amnistía.
¿De verdad no se entiende porque la independencia de Catalunya es mayoritariamente apoyada y deseada por los catalanes cada día con más intensidad?. ¿Qué otra cosa podemos hacer ante estas muestras de empatía democrática y tolerancia política -rabia, odio y envidia seculares, al fin y al cabo!-, que nos dedican en todo momento y por todas partes buena parte de las más altas y bajas instituciones públicas y privadas y al menos la parte más ruidosa y casi toda la parte silenciosa que conforman la sociedad española más patriótica y supuestamente constitucionalista? ¡Una inmensa mayoría de españoles de derechas y muchos de izquierdas que hacen lo posible y lo imposible para separar Catalunya de España!. ¡Son ellos los separatistas!.
¿Tan difícil es de entender? ¿De verdad hay otra alternativa que no pase por la independencia de Catalunya?.
Si los españoles lo miraran desapasionadamente se darían cuenta que la alternativa de la independencia de Catalunya es la mejor que hay para su bien, para su felicidad y para su patria... Se librarían de varios millones de ciudadanos tozudos, rebeldes y según ellos anti-españoles, que hablan el catalán para joder a los castellanos, que siempre están reclamando el retorno de su dinero expoliado vía impuestos y que se atreven a exigir el cumplimiento de las obligaciones contraídas con ellos por un estado que siempre se encuentra a la defensiva..... preparándose por la ofensiva final brutal y violenta, ¡contra los díscolos separatistas catalanes!.
Por favor, tengamos la fiesta en paz y deseémonos lo mejor para todos. Cada uno en su casa y Dios en la de todos.....¡Independencia para Cataluña y una grande y libre para España!.
Y todos contentos.....
