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dissabte, 14 d’octubre del 2023

LOS "BUENOS ESPAÑOLES".

Los no catalanes -"catalanes malos"- son aquellos que se sienten de nación castellana -española-, que reniegan de su lengua y cultura catalanas persiguiéndolas rabiosamente y rechazándolas como propias, que no quieren que los catalanes se auto determinen y que camuflan su españolismo nacionalista tras la sagrada y pétrea Constitución Española.

Dicho de otro modo: Los buenos españoles son aquellos que sienten su nación -castellana, por supuesto- como única, suprema y primordial por encima del resto de naciones del Universo; que rechazan la existencia de la nación catalana; que imponen su lengua y cultura que consideran superior de grado o por fuerza a cualquier otra y que no aceptan que algunos -cada vez son más- no se sientan españoles ni acogidos dentro de su farragosa Constitución, la cual siempre incumplen, negándoles el derecho a decidir democráticamente si quieren o no ser españoles a la fuerza.

En otras palabras: Los buenos españoles no deben sentir ningún tipo de empatía, respeto ni consideración hacia Cataluña, los catalanes y el catalanismo, demostrándolo minuto a minuto con una acentuada catalanofobia de raíces históricamente ancestrales.

Los buenos españoles deben estar en contra de aplicar una amnistía para los perseguidos políticos independentistas, encausados, condenados, expoliados y exiliados injustamente. También deben combatir enconadamente cualquier indicio que pueda parecerse, aunque sea de lejos, a una especie de referéndum de autodeterminación, porque dicen que es inconstitucional. Los buenos españoles también deben auto-considerarse no nacionalistas españoles y antinacionalistas hacia los demás, a la vez que defensores de un supuesto estado de derecho que ejerce la venganza política en defensa de la sagrada unidad de la patria, de la mano de una renovada Santa Inquisición que señorea las más altas, medias y bajas magistraturas judiciales -y las demás- del Estado.

Para ser un buen español debes negar que existe una financiación confiscatoria que sufren los catalanes -y País Valenciano y las Baleares- y que el expolio fiscal nada tiene que ver con las carencias sociales, económicas y políticas que soportan todos los ciudadanos de Catalunya. El buen español no quiere que los catalanes dispongan de los 20.000 millones de euros de déficit -superávit para España- anuales que van a parar directamente a una mal denominada solidaridad interterritorial, solidaridad que reparte Madrit en beneficio propio y de España pero. curiosamente, en perjuicio de Catalunya y de los catalanes. Este buen patriota tampoco se siente obligado a cumplir las inversiones en infraestructuras que se aprueban cada año en los presupuestos generales del Estado y que permite al buen español afirmar que los catalanes son insolidarios y que chantajean a los españoles cuando piden que se hagan las inversiones comprometidas en los PGE pero nunca ejecutadas del todo, ni mucho menos.

Hay muchos ejemplos de buenos españoles, bien sean de derechas o de izquierdas, no importa. Entre los personajes más destacados se encuentran Aznar, Felipe González y Alfonso Guerra, Rodriguez-Ibarra, Lambán, García-Page, Rajoy, Abascal, Feijóo, Ayuso, Martínez-Almeida, Marchena, Llarena, Vidal-Quadras, Inda, Rivera, Cañas, García-Farreras, Arrimadas, Carrizosa.... ¡Y los que me dejo!. Toda una retahíla que buenos españoles.

No tengo ninguna duda de que hay españoles normales, pero ante su silencio cómplice con los buenos españoles que en definitiva van contra los catalanes, contra Cataluña y contra sus -¡nuestros!- derechos..... ¿Alguien puede decirme porque un catalán, bueno o malo, debe sentirse y querer ser español?.