Hay una frase atribuida al almirante Méndez Nuñez (1824-1869) que define con meridiana claridad los principios y carácter que inspiran y conforman el nacionalismo español de raíz castellana. La frase es: "Más vale honra sin buques que buques sin honra".
Recientemente el diario ARA ha publicado un artículo donde se explica muy detalladamente todo lo que hizo España para hundir económicamente Cataluña y aniquilar así el deseo independentista de la mayoría de ciudadanos. El título del mismo publicado el 4 de abril de este año es "Así hizo el Estado la guerra económica contra Cataluña". Nos cuenta cómo desde La Zarzuela -la Corona- y desde la Moncloa -el Ejecutivo- unieron esfuerzos para obligar el traslado de sedes sociales de bancos, grandes empresas y multinacionales domiciliadas en Cataluña con objeto de extender el pánico entre la sociedad del país. Lo hicieron por medio del chantaje a entidades financieras, retirando todos los recursos de titularidad estatal y espoleando a los bancos españoles para que captaran con malas artes y agresivamente los depósitos de los particulares y empresas catalanas atemorizados ante las amenazas del gobierno y del eco propagandístico que la caverna mediática madrileña aireó y exageró sobre todo aquello que las fuerzas nacionalistas españolas emprendieron contra el independentismo. Chantaje financiero, presiones del IBEX 35, advertencias y amenazas a directivos, anulación de pedidos, boicots comerciales, rumores malintencionados, llamadas telefónicas, mentiras..... Todo aquello que pudiera provocar una fuga generalizada empresarial hacia Madrid y otros lugares de España fue utilizado. El resultado fue que entre 3500 y 4500 empresas cambiaron la sede social o fiscal y marcharon desde Cataluña hacia España.
Sin embargo, no todas las presiones cuajaron y muchas empresas prefirieron basarse en razones estrictamente económicas antes que políticas y no atendieron los cantos de sirena que lanzaban desde Madrid. Este es el caso de SEAT y la farmacéutica Grifols, entre otras. Incluso, muchas empresas que decidieron cambiar la sede social han seguido operando físicamente fábricas y negocios desde Cataluña.
Todo esto me ha hecho pensar que hay amores que matan.... La unidad de destino en lo universal es el motor que mantiene en marcha y define el Estado español. Para mantenerla son capaces de hundir los barcos que transportan ciudadanos y mercancías antes de que dejar que se expresen libremente y marchen hacia destinos fuera de su alcance y de su ficticia unidad centralista uniformadora. Prefieren el suelo quemado, arrasando tierras y personas que los sostienen antes de escuchar las peticiones de libertad y democracia que reclaman estos ciudadanos. Prefieren la unidad y la hidalguía por encima de la vida de la gallina de los huevos de oro, que produce y les sustenta, antes que libremente decida o no continuar haciéndolo. ¡Todo muy quijotesco!. ¡Todo muy hispano!. ¡Esperpéntico!.
Me pregunto: ¿Se dan cuenta estos altivos hidalgos que reprimir indiscriminadamente a un pueblo pacífico y democrático alimenta y engrandece las ansias de libertad de este mismo pueblo?. ¿Qué destruir el tejido empresarial, financiero e industrial para castigar y escarmentar a todos, independentistas y no independentistas, fortalece el movimiento de liberación nacional catalán?. ¿Qué hacer la guerra sucia económica, financiera, judicial, policial y política acerca aceleradamente a Cataluña hacia la independencia?.
¿Cómo quieren los españoles que la mayoría independentista respete su Corona, su Gobierno de coalición, sus judicatura, fiscalía, el ejército, policía y demás instituciones españolas si todas ellas se afanan en hurgar la herida y profundizar el divorcio entre Cataluña y España?. ¿De verdad España puede creer que seducirá a los catalanes a base de ejercer más represión, más persecución política, más encarcelamientos, exilios, violencia policial e institucional contra Cataluña?. ¿No creen que manipular leyes, dictar sentencias políticas y por tanto injustas y manosear burdamente los principios democráticos resulta notoriamente perjudicial para el prestigio de España?. ¿No creen que están dinamitando la escasa credibilidad democrática que aún le resta al Estado, el cual ya no es visto ni siquiera como modelo de estado de derecho precario?.
¿Creen que se debe hacer lo que pedía el presidente del Gobierno Calvo Sotelo en 1983 cuando decía sin rodeos que: "Hay que fomentar la emigración de gente de habla castellana en Cataluña y Baleares para asegurar así el mantenimiento del sentimiento español que conlleva"?. ¿Necesitan inventar y financiar formaciones políticas como Ciudadanos -o VOX- para combatir y comprometer la libertad, la democracia, el catalanismo y el inmersión lingüística, para así poder aniquilar Cataluña y los catalanes sin ningún tipo de vergüenza ni pudor?.
¿Están fomentando una limpieza étnica, lingüística, económica, política y social para cumplir el deseo que impulsó el que fue ministro de Educación José Ignacio Wert el año 2012, cuando exigió en sede parlamentaria españolizar los niños catalanes.....? .
¿Pretenden adoctrinar a todos los catalanes en la hispanidad o aniquilarlos por ser catalanistas, de la misma manera e intenciones que hizo Pol Pot con los camboyanos en los años 70 del siglo pasado?.
¿Cómo demonios quieren que los catalanes queramos ser y sentirnos ciudadanos de este estado que tanta estimación peligrosa y agresivamente enfermiza nos demuestra?.
España ya hace unos cuantos años que perdió Cataluña al igual que el almirante Méndez Núñez prefirió perder buques de guerra antes que el falso orgullo, la soberbia y la prepotencia chulesca característica de algunos -¡los que mandan!- españoles.
Lo más triste de todo es que el Estado español parece que además de perder Cataluña también ha perdido el tino, la chaveta y la cordura
